miércoles, 31 de agosto de 2011

Causa y efecto: Rebelión, Represión

Y la gente salió a las calles, algunos nostálgicos se alegraron recordando su juventud reprimida, “el pueblo está despertando, está metiendo boche y las autoridades tienen miedo”.
Y nosotros ahí, reprimidos, desde la muerte de la toma del liceo que fue lo más efectivo, nos dedicábamos a cacarear algunas mañanas, rebeldes y no entrabamos a clases. “Movilizados”, hasta cierto punto, hasta que dirección se aburría y nos mandaba a la casa, hasta que el centro de alumnos decía “De aquí nadie se mueve” y corrían rumores de una nueva toma. Así han pasado los últimos 3 meses. Con 6 intentos de tomas, compañeros moreteados, algunos ojos en tinta dedos rotos apoderados aburridos, compañeros que dejan el liceo y muchas horas de clases por recobrar.
La última vez que fui, dirección angustiada nos miraba ¿y es que realmente el movimiento ha causado repercusiones? ¿y es que estos adolescentes rebeldes al fin son la base de estos cambios? Estábamos por creer que teníamos el control cuando jugaron su última carta, la firma del apoderado más el alumno que quería recobrar clases y el resto se queda afuera protestando, una medida de represión ya que al sostenedor poco le importa que la media completa no tenga clases hace una semana, con la básica funcionando tiene para sustentar sus bolsillos.
Y entonces ahí, nos vemos ahogados, reprimidos y corremos como hormigas cuando rompen filas, nacen ideas, y todos quieren ser escuchados, la gran mayoría amenaza con no volver, pero sabemos que los padres finalmente nos meterán como sea a las salas de clases. ¿pero no se supone que ellos quieren cambios también?
Personalmente mi padre me dijo: “No va a resultar, las cosas han sido así desde el principio. Los ricos siguen ricos y los pobres… siguen pobres” Pero pobres educados, mi madre me dio una mirada para indicarme que era suficiente del tema y que debía detenerme. Ella siempre sabe todo y supongo que también sabía que con una mirada no iba a detenerme.
Mi padre, antiguo uniformado prefiere seguir las medidas del gobierno y es que cuando joven, al igual que todos los jóvenes intentó revolucionarse pero fue callado por la dictadura. Con miedo, recuerda como si fuera ayer la represión y creo que la recuerda tan bien como para creer que aún estamos en dictadura. Mi madre le sigue el paso, amparándose tras sus reglas, irrompibles, y es que ella prefiere seguir al pie de la letra lo que dicen los noticiarios, sin pensar “en que los grandes cambios se han producido a causa de grandes revoluciones” y la revolución la empieza el pueblo.
¿Y de adonde saliste tan comunista?, me han preguntado mis familiares. He intentado por todos los medios vender la misma historia que todos mis compañeros “esta no es una cuestión política”. Aunque la CUT esté de por medio. El punto es que a mí no me interesa, y si es que a Camila Vallejos o a Giorgio Jackson sí, me da igual, yo lucho por mi educación independiente de quienes estén en el gobierno o como dirigentes estudiantiles lo que me preocupa es ¿Cómo convencemos a nuestros viejos? ¿Cómo creamos conciencia? ¿Cómo dejamos de lado el miedo?
Veo por todos lados represión y me asusta mi país, a veces creo que la democracia es solo una palabra para mantener la calma, porque lo que la tele muestra, está lejos de ser lo que estamos viviendo.

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